Sin duda el más rutilante, con mayor historia y trayectoria de los cines de Floresta fue el Fénix, situado en la esquina oeste de Pergamino y Rivadavia, la que presidió
con la belleza de su fachada por más de 60 años. En su libro el Barrio de La Floresta de Emilio
Vattuone, relata que en ese solar por entonces baldío solían asentarse diversos
circos. En 1910 lo hizo uno de propiedad de un señor de apellido Fontanella, en
setiembre de 1912 el circo la Av. Rivadavia. Las
comodidades de la misma eran infrecuentes para la época: 850 plateas bajas, 400
altas y 32 palcos que daban cabida a 224 personas. El escenario tenía 13 metros de ancho por 8
de fondo. El foso de la orquesta (para 40 ejecutantes) medía 10,30 m por 2,55 m . Se inauguró el jueves
12 de mayo de 1927. El espectáculo inaugural estuvo a cargo de Florencio
Parravicini, del famoso compositor y bandoneonista Osvaldo Fresedo, de la
cantante Maruja Gonzalez y de la Banda Municipal. Cerraría sus puertas 20 de
diciembre 1989 con el film “Ciegos, Sordos y Locos”. A partir de entonces
ofreció su sala como local bailable o
escenario para distintos y destacados recitales de rock. Hoy es una discoteca,
que conserva la fachada original, aunque pintada de colores de dudoso gusto.
Floresta, al año siguiente se estableció el Coliseo
Floresta y en mayo de 1922 arribó el Coliseo Rivadavia. También el terreno fue
utilizado para la ascensión de globos al mando del capitán José Salimbani.
Posteriormente don Enrique Muscio compró el lote ya con la idea de levantar un
establecimiento cinematográfico. Comenzaron las obras bajo la dirección de los
ingenieros Paladino y Marienrtti, secundados por la empresa constructora José
A. Policastro y Cía. El cuerpo de la sala se levantaba sobre el 7802 de
CINES PORTEÑOS
Origen, esplendor y decadencia de los cines de Buenos Aires
martes, 12 de enero de 2016
viernes, 1 de enero de 2016
BIÓGRAFO AVENIDA
Foto de la Avenida de Mayo a principios de la década del 20. Junto a la boca del subte, en la esquina de Pte. Luis Sáenz Peña puede verse parte de la fachada del antiguo Biógrafo Avenida.
miércoles, 30 de diciembre de 2015
EN CABALLITO
En medio de Caballito, en Espinosa 574
todavía conserva su estructura casi completa lo que fuera un coqueto cine que
tuvo diversos nombres. Se inauguró como La Chispa , luego homenajeó a la actriz y cantante Libertad
Lamarque en la década del 40 llamándose como ella, en breve lapso se denominó
Mi Cine y finalmente como Select Caballito o simplemente Caballito hasta su
cierre definitivo a principios de los años 60.(foto de 1995).
EL URQUIZA DE PARQUE PATRICIOS
Uno de los tradicionales cines que los vecinos no se
resignan a dar por perdido es el Cine Teatro Urquiza
de Parque Patricios, ubicado sobre la avenida Caseros 2832. Esta lujosa sala
para la época con capacidad para 1600 espectadores, distribuidos entre platea,
tertulia y palcos, fue inaugurada el 20
de mayo de 1921. Su hermosa fachada que se
inscribe dentro del estilo eduardiano con influencias renancentistas, presenta
tres amplios ventanales y una marquesina semicircular, además de tener en su
interior el techo corredizo. Como en otros cines cabecera de barrio, supo ser
escenario para la presencia de grandes artistas populares como Carlo Gardel,
Tita Merello y Agustín Magaldi entre otros. Cerró sus puertas a mediados de
agosto de 1962. En los últimos años, la
planta baja del cine fue ocupada por un supermercado chino y ante el cierre de
este comercio en 2013 la empresa constructora dueña del predio planteó su
demolición para construir un edificio con cocheras, lo que generó la movilización
de los vecinos. Actualmente
una comisión lucha por su reapertura a pesar de que la jueza Lidia Lago desestimó
el amparo aduciendo no encontrar pruebas sobre el valor patrimonial del mismo. Se pretende en ese amplio predio de 1000 mts”
erigir una torre de departamentos
lunes, 28 de diciembre de 2015
AMÉRICO TESORIERE Y EL CINE MINERVA
Este treinta de diciembre se cumplirán 35 años de la muerte
de Américo Tesoriere, legendario arquero de Boca Juniors, club en el que atajó
desde 1918 hasta 1927. En esta etapa del todavía fútbol amateur obtuvo seis
campeonatos con su equipo y dos Copa América con la selección nacional. Ya
retirado, en la década del cincuenta incursionó en la industria cinematográfica
al adquirir el cine Minerva, que estaba situado en Rivadavia 7428 en el barrio
de Flores. El mismo era un cine de mala
fama conocido –como tantos otros de esas características como “La Piojera”- Había abierto sus puertas tempranamente en los
años 30 y su primer propietario había sido el señor Emilio Falco, y el
arquitecto constructor R. Martínez Vivot. Su hermosa fachada aún sobrevive, aunque bastante
descuidada. Tras su cierre, circa de 1960, fue depósito de muebles todavía bajo
propiedad del ex arquero zeneize, y luego se transformó en local bailable con
diferentes nombres, primero The End y actualmente Bellakeo.
sábado, 26 de diciembre de 2015
EL NUEVO RITZ
CINE ARTE EN LA AVENIDA CABILDO
El primer cine del que se tiene noticia ubicado sobre la avenida Cabildo fue un biógrafo de nombre Las Familias,
sito en Cabildo 685 casi Federico Lacroze en el límite con Palermo, que fue propiedad, en la primera década del siglo pasado, de los Hermanos Anselmi, dedicados con mucho éxito y fama, a la actividad
circense. En los años 30 en ese mismo local pasó a llamarse Ritz. Esta tradicional sala de barrio da un vuelco hacia el mejor cine en 1966 cuando es
adquirido por Salvador di Silvestro. Esto sucede cuando un antiguo boletero del Condal de Almagro y que ya poseía en sociedad otros establecimientos porteños como el Etoile Palace, el Loria, Sáenz, Pellegrini, Odeón Palace, el Palais Blanc y el Palais Blue (estos tres último sobre la avenida Santa Fé), decide por fin tener su propia empresa. Tras dos años de transformaciones
que lo convierten en uno de los más coquetos de la zona se reinaugura
como Nuevo Ritz en 1968 con la proyección del film franco- italiano ”Estoy
terriblemente enamorada”, y con un programación integramente dedicada al cine arte merced a la orientación dada por su hijo Francisco di Silvestro. Será recordado simepre por su doble programa de "Perdidos en la Noche" y "El Graduado", o por sus trasnoches de "Woodstock" durante la primera mitad de los 70. Permanecerá
abierto hasta el 21 de setiembre de 1977 cuando tras la proyección de la gran
obra de Luis Buñuel “Los Olvidados” da por terminado este ciclo ( Ver "La historia
del Nuevo Ritz "de Francisco “Pancho” di Silvestro). Poco después y con un nuevo
dueño cambiará su nombre por el de Fantasy con el que cerró definitivamente sus puertas a medidos de los años 80.
jueves, 24 de diciembre de 2015
LA AVENIDA BOEDO Y SUS CINES
La avenida Boedo, que da el nombre al barrio homónimo, supo albergar una buena cantidad de establecimientos cinematográficos, constituyéndose en uno de los polos más atractivos de la ciudad. En total hubo seis salas. Yendo de norte hacia el sur la primera que encontramos es el Los Andes en su domicilio del 777, se inauguró en 1926, en un predio que había sido ocupado por dos grandes circos de la
época como el Politeama y el de los Hnos Anselmi. Una placa en el lugar
recuerda que Carlos Gardel cantó allí.
En la cuadra siguiente, en el 858 tuvo su domicilio el Cuyo
que comenzó sus proyecciones en noviembre de 1945 y fue clausurado en 1992. Enfrente estaba el cine Alegría, en el 875 que abrió sus
puertas en 1920, perteneciente a la firma Auger. Luego pasó a llamarse Select
Boedo (foto) y con ese nombre cerró en el primer semestre del año 60. Entre Humberto Iº y San Juan, en el número 949 nació en 1905
el teatro Boedo construido por un
catalán vendedor de aceite llamado Jaime Cullen, en el 1919 comenzó a dedicarse
exclusivamente al séptimo arte. En 1930 lo adquiere Alfredo Lamacchia en
sociedad con Ramón Otegui, y vuelven a la actividad teatral abriendo la
temporada con la obra “Lo que le pasó a Reynoso” de Vacarezza con Elías Alippi. En 1936 se remató y lo
adquirió el mismo Lamacchia. Acabó siendo demolido el 21 de julio de 1959. Ya en el 1063 se ubicaba el más importante de los cines de
este barrio: el Nilo. De una arquitectura monumental, decorado por dentro por el
artista Antonio Semenzato fue inaugurado el 8 de marzo de 1929 con una función
artística en honor y a total beneficio del Club Social Mariano Boedo, con un
programa integrado por los filmes “Cazadores de Mar" y "Bésame, Bésame". Contrariamente a lo que puede pensarse su nombre no obedece
al gran río africano sino al de su dueño el Sr. Nilo Gigliotti que lo levantó
en los terrenos que supo ocupar alguna vez el Circo Politeama en 1915, donde
luego estuvo el Teatro de Verano del comediógrafo y poeta José González
Castillo. En 1978 fue vendido al Hogar Croata y corresponde a una
sucursal de una importante cadena de electrodomésticos. El último y más alejado de los cines sobre esta central
avenida fue el Follies, en Boedo 1941, que cerró el martes (día de damas) 26 de
setiembre de 1961 con una grilla integrada por Gringalet, Barrio Gris y Detrás
de un largo Muro.
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